PREFIERO SER CAMINANTE A SER CAMINO
PREFIERO SER SOÑADOR A SER MATADOR DE SUEÑOS
PREFIERO VOLAR A SER CAZADOR
PREFIERO SER TEMEROSO A SER TEMIDO
SER CAMPO A SER CIUDAD
PREFIERO SER NOCHE CLARA DE LUNA A SER LA NOCHE OSCURA QUE MATA DE ANSIEDAD
Escuchando un cd de Perales que no escuchaba hace muchísimo me di cuenta que murió en mi la parte fantasiosa, soñadora, romántica que tuve por mucho tiempo de la vida.
Desde chiquita leí mucho, libros de todo tipo, románticos, de aventura, de misterio. Historias que dejabaron en mi mente la idea que existía un mundo como los que me describian.
Hay una fantasía que quedó muy fuerte en mi mente por mucho tiempo, y es la de la existencia de las "islas desiertas", esas islas maravillosas, paradisíacas, llenas de aventuras, donde la naturaleza es solo benigna, no existen animales peligrosos, ni insectos fastidiosos, solo mar azul, arena infinita y hermosos árboles de frutas y flores de todo tipo. Un lugar asi, virgen, al alcance de mi mano...
.......Pero un lugar asi no existe.....
Ésa es la fantasía mas fantasía...que cabecita de nubes pensar que existe un lugar asi!! y lo pensé de verdad, no bromeo...
Otra fantasía un poquito mas real, pero sólo un poquito, porque en la realidad tampoco existe, o al menos no creo como yo me lo imagianaba, es la de la existencia de pueblitos de mar perdidos en el tiempo, donde la vida es simple, sólo mar, barcas viejas, veredas soleadas y canto de gabiotas...no muy distinto a la isla desierta.
Tan importante era esta fantasía que cuando soñaba con venirme a vivir a Europa por un tiempo, me imaginaba la vida en un pueblito de este tipo, y hasta me acuerdo de haberlo expresado como deseo, como objetivo una vez cuando me preguntaron a dónde deseaba vivir o que deseaba hacer...
No se cuándo fué que caí de las nubes
cuando desperté....
Pero creo que junto con la fuga de estas fantasias se fueron tambien muchas lindas visiones románticas de la vida...
Bueno...la realidad es menos romántica que mis fantasias...pero lo lindo es saber ver la belleza de la vida sin necesidad de lentes de romanticismo...
