La frescura del mar en el cuerpo

la sensación de liviandad

el horizonte celeste infinito

la suavidad de la arena en los pies...

Éste verano ya está terminando, hoy quizás fué el último día de mar del 2009.

La vida me regaló unos dias hermosos de playa al final de verano, la dicha de poder disfrutar de la costa romana en dias de semana, cuando todo es mas lindo porque no está la multitud de gente de los fines de semana. Es un paraíso, no parece la misma playa de los sabados y domingos.

Espero que quede en mi memoria una reminiscencia de este placer, disponible en los momentos que venga el temor por no tener un trabajo fijo. Porque si me pude permitir ésto es porque, sin buscarlo, perdí mi trabajo. Esta contingencia resultó ser un regalo de la vida. Nunca tuve el coraje de dejarlo, aún cuando tanto lo deseaba y vivía lamentandome, y ahora que no lo tengo y a pesar de ver las experiencias positivas que me está dejando, hay veces que deseo no haberlo perdido.

No solo la belleza del lugar sino la compañia que como siempre me regala momentos muy intensos, a veces charlando hasta por los codos, a veces simplemente en silencio compartiendo del espectáculo que nuestra tierra nos ofrece. Momentos en los que soñamos, analizamos el mundo, resolvemos, nos preguntamos, deliramos, discutimos, algunas veces hasta escapan alguna lagrimita de emoción por algunos temas que tocamos.

Gracias amiguita por brindarme tan lindos momentos!!

Amo la imagen del termo y el mate dondequeira que sea...

Como no presentar mi pancita con mi nena que comparte conmigo tan lindos momentos...